Desde el pasado sábado 14 de marzo España vive bajo estado de alarma, es decir, la mayoría de las personas deben permanecer confinadas en sus domicilios y solo se permiten desplazamientos imprescindibles para los servicios básicos y para trabajar (aquellos que puedan acudir a su puesto). Por tanto, desde entonces, miles y miles de coches permanecen parados sin que aún se sepa cuándo volverán a circular. Para analizar el impacto de esta parálesis hemos preparado este artículo con la ayuda del taller mecánico en Sevilla Autodiésel Valle.
A continuación vamos a analizar cuáles son los principales elementos del coche que pueden sufrir esta parálisis –que va camino de superar el mes– y proponemos algunas soluciones para no llevarnos una sorpresa desagradable.
Batería: es uno de los componentes que más sufre durante el tiempo de inactividad, sobre todo, si se trata de un vehículo antiguo y la batería se encuentra bastante desgastada de energía, pues puede quedar inutilizada cuando intentemos de arrancar el coche. Lo mejo es desconectar el borne negativo cuando sea posible, pero esta operación puede ser algo arriesgada en los actuales coches que poseen una gran cantidad de componentes electrónicos. Ante la duda, lo mejor es arrancar el coche al cabo de unos días y dejarlo encendido durante unos minutos. Eso sí, hay que vigilar de hacerlo en una zona ventilada para que no aspiremos el humo generado.
Neumáticos: mantener las ruedas apoyadas sobre un mismo punto durante muchos días puede provocar que se terminen deformando. Por ello, lo mejor es mover el coche lo que se pueda para que el apoyo cambie de lugar. Asimismo, también es una buena práctica mantener la presión por encima de lo recomendado para evitar que la falta de la misma también afecte a la forma de las cubiertas.
Líquidos: hay que vigilar que los niveles se mantengan en los límites recomendados, sobre todo si empieza a apretar el calor, para poder ver si se ha producido alguna pérdida importante. Tampoco hay que olvidarse de la gasolina, pues es conveniente tener el depósito por la mitad, como mínimo, ya que si hay poco carburante puede tender a evaporarse. Eso sí, si el coche va a estar detenido varios meses, en ese caso, es mejor eliminar todo el carburante de su interior, pues puede terminar pudriendo el depósito, lo que obligará a cambiarlo obligatoriamente en tu taller mecánico de confianza.
Interior: aunque no sea un elemento mecánico propiamente dicho, hay que procurar no dejar ningún objeto de valor dentro del coche, sobre todo si está estacionado en la vía pública. Cualquier precaución para evitar hurtos será muy recomendable. También hay que vigilar la humedad interior, sobre todo en los coches más antiguos que no tienen un buen sellado, pues a causa de días de lluvia puede aparecer la humedad que corrompa tanto el interior como el exterior del coche. Si vas a tener el tuyo dentro del garaje, en nuestra tienda podrás encontrar fundas protectoras muy útiles.
Para terminar hay que decir que pueden esperar con total tranquilidad aquellas reparaciones o averías que no sean de urgencias, como revisiones, cambios de aceite o un pequeño roce, entre otras cuestiones.